Por Gabriela Dorantes
Colaboradora Letsgo Veracruz
Durante aproximadamente dos años posteriores a haber finalizado mi carrera universitaria, tuve la oportunidad de continuar enriqueciendo mi desarrollo en el área de la comunicación organizacional, la cual fue una experiencia que sentó las bases de mi progreso, laboralmente hablando.
Colaboradora Letsgo Veracruz
Durante aproximadamente dos años posteriores a haber finalizado mi carrera universitaria, tuve la oportunidad de continuar enriqueciendo mi desarrollo en el área de la comunicación organizacional, la cual fue una experiencia que sentó las bases de mi progreso, laboralmente hablando.
A la par de esto, mi crecimiento personal
comenzó a demandar evolución y fue así como decidí que era momento de abandonar
mi querido puerto e ir en busca de nuevos retos en el caribe mexicano, al que
ya había visitado anteriormente en plan vacacional y que me interesaba por su
oferta turística y oportunidades de empleo que pudiera aprovechar. Fue así como
decidí llegar a Playa del Carmen.
Un par de días después de instalarme, enviar
algunos correos electrónicos y asistir a entrevistas de trabajo en algunos hoteles,
acudí a una feria de empleo del Grupo Xcaret, el cual se preparaba para
reclutar al personal que trabajaría en la temporada de Semana Santa, una de las
más concurridas en toda la Riviera Maya.
Debo decir que aunque mi intención era
continuar por el camino de la comunicación organizacional, estaba abierta a obtener
nuevos conocimientos y habilidades, incluso si eso significaba incursionar fuera
del área a la que estaba acostumbrada, y fue así que cuando me ofrecieron ser
anfitriona de atención al visitante en el parque Xel-Há, dije que sí.
Una de las principales diferencias con
mi trabajo anterior fue cambiar una oficina por el contacto más cercano con las
personas y sobre todo con la naturaleza. Esto debido a que Xel-Há es un parque
natural que consta de un río subterráneo y una caleta, además de la flora y
fauna que te rodea todo el tiempo, lo cual en lo personal creo que hace del
trabajo una aventura diaria.
Al principio, la tarea primordial de mi
puesto era brindar información a los turistas nacionales y extranjeros sobre el
parque en general: atracciones, horarios de servicio, ubicaciones, rutas,
puntos de encuentro y medidas de seguridad a seguir.
Conforme fue avanzando el tiempo,
comencé a recibir más capacitaciones relacionadas con la sustentabilidad y logré
ser más consciente del sitio en el que me encontraba. No solo se trataba de nuestro
lugar de trabajo. Era también el hogar de muchas especies con las que
convivíamos a diario y merecían que cuidáramos de este espacio que era también
nuestra casa y el lugar que recibía a miles de personas diariamente.
Por tal motivo, otra de las tareas más importantes
se convirtió en concientizar a los visitantes sobre el uso de bloqueadores
solares químicos que ponían en riesgo la vida marina de la caleta. Diariamente
nos encargábamos de explicar información al respecto y hacer un intercambio por
muestras de bloqueador natural que pudiera reducir el impacto ambiental.
Después de varios meses de arduo trabajo
y de continuar desarrollando mis habilidades comunicativas con los visitantes,
llegó el momento de certificarme como guía en uno de los recorridos que brinda
el parque de manera gratuita y que tiene como objetivo transmitir información a
las personas acerca de la conservación de las especies que habitan el parque,
así como de los programas de reciclaje que se llevan a cabo y sobre el
patrimonio cultural. El recorrido que me asignaron a mí en ese momento fue
“Conociendo al manatí”.
Gracias a esta certificación, tuve la
oportunidad no sólo de compartir los conocimientos aprendidos sobre esta
grandiosa especie con los turistas. También pude obtener la posibilidad de
participar como guía de grupos escolares que nos visitaban con la finalidad de
aprender y divertirse al mismo tiempo.
Entre otras de las experiencias en las
que pude participar se encuentra la ceremonia de la abeja melipona, una especie
endémica de la región que se preserva en los viveros de Xel-Há y a la que dos
veces al año, en el mes de junio y diciembre, se agradece por su producción de
miel.
Parte de estas vivencias que recibí a lo
largo de un año, me hicieron darme cuenta de la importancia de continuar
preservando y aportando desde cualquier ámbito de nuestra vida a la conservación
de los recursos naturales que tenemos al alcance, así como a la preservación y
difusión de nuestra cultura en cada paso que damos.
Recomendación: Si quieren adentrarse más en la
historia y filosofía del Grupo Xcaret, así como conocer más sobre todos sus
parques, el libro "Xueños" escrito por el mismísimo dueño Miguel Quintana Pali, es un libro
que vale la pena tener.
Sígueme en Instagram: @brielladorantes